¿Por qué control de plagas?

Salud → Enfermedades:

Fiebre Tifoidea, Disentería Bacilar, Borreliosis, Leishmaniosis, Salmonelosis, Peste Bubónica, Leptospirosis, Rabia... Todos ellos son nombres que actualmente, en nuestra sociedad de bienestar y confort, con nuestra calidad de vida, con nuestros recursos, nos suenan a enfermedades poco menos que tercermundistas, lejanas, de países subdesarrollados y con unas condiciones higiénicas lejos de las que disfrutamos en nuestros hogares, fábricas, zonas de recreo, etc.

Nada más lejos. Todas ellas son enfermedades transmitidas por insectos y roedores que conviven con nosotros. Bajo nuestros suelos, en las paredes, falsos techos, alcantarillado, conducciones de cables, exteriores, establos... Cualquier lugar oculto es idóneo para su presencia y proliferación. Moscas, mosquitos, pulgas, garrapatas, cucarachas y roedores, las llamadas plagas urbanas en general, están íntimamente ligados al hombre desde siempre.

Daños materiales → Pérdidas económicas:

Si bien la importancia de su repercusión en la salud humana (locales, utensilios y alimentos contaminados por su presencia) hace necesario el tema de su control, no es ésta la única razón para ello. Los daños materiales y las pérdidas económicas a niveles industriales nos hacen movernos por macrocifras de toneladas de productos inutilizados para el consumo o la venta por sus mordeduras y secreciones, cientos de horas de trabajo perdidas por causa de averías en maquinaria e instalaciones... cientos de miles de euros al año que, en la mayoría de los casos, se podrían haber evitado si se hubiesen puesto los medios adecuados a tiempo. Su facilidad para adaptarse al medio, su voracidad y su rápida multiplicación nos obligan a luchar contra las plagas.

Cómo entran → Qué hacer:

Las barreras físicas son el primer paso para “aislarnos” de nuestros pequeños enemigos. Orificios convenientemente tapados, conducciones de cables protegidas, eliminación de desperdicios y deshechos, limpieza adecuada, canalizaciones de tuberías y desagües en buenas condiciones ayudarán a evitar su libre paso por nuestras instalaciones y que puedan encontrar en ellas un lugar donde anidar y multiplicarse.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, esto no es suficiente. Podremos reducir al máximo las posibilidades de que entren en nuestra Casa, Fábrica, Almacén, Tienda, Finca... pero no al 100%. El espacio de tiempo entre la apertura y el cierre de una puerta, los ejes de un camión de carga o descarga, entre las maderas de un palé, un producto contaminado en el exterior, el viento, el clima, algún “vecino” poco cuidadoso... Son innumerables las vías que las plagas tienen para acceder al interior de un recinto y hacer de él su hábitat permanente.

Es necesario, pues, desarrollar un Plan de Acción para su Control, tanto para eliminar las plagas que ya pudieran estar instaladas como para prevenir nuevas infestaciones, y que deberá llevar a cabo una empresa especializada.

DEJE SU INSTALACIÓN EN MANOS DE PROFESIONALES